
Sobreviví a un ahogamiento en mi infancia,( en el puente de Bluefields), pasé por terremoto, huracán, guerra, prisión politica y tortura (en
Nicaragua) y muerte civil por motivos políticos (en el Brasil); denuncie
y enfrenté dos dictaduras, una de derecha y otra de izquierda (en Nicaragua),
luché contra la implantacion de la dictadura socialista en Brasil, sufrí
injusticias y traiciones de todos los tipos, pero también tuve momentos de alegrías,
gané amistades sinceras y solidarias, que para mi son mi mayor
patrimonio junto con mi hija y dos hijos, experimenté pasiones y decepciones amorosas (de ambas
partes), amé y fui amado, odié y fui odiado, ofendí y fui ofendido. Ya
tuve fama, poder y plata como también he experimentado la
humillación, la discriminación y la pobreza.
Todas estas situaciones vividas en
esta encarnación durante 21 años en Nicaragua, mi tierra natal
y 38 en Brasil, el pais que me adoptó o que adopté como segunda
patria, se convirtieron en experiencias valiosas para mi espirito inmortal,
pues creo en la reencarnación no solamente como una filosofía religiosa y
científica como también por experiencia personal. Por eso digo
siempre que todos los días me preparo, espiritualmente, para ser un “buen
difunto”, luchando contra mis vicios, excesos y desequilibrios,
defectos de carácter del Ego, para que un día, despues de la muerte
fisica, pueda salir victorioso de mi última reencarnación y pueda
merecer retornar a la casa de mi Creador, limpio de toda impureza y de todo
mal. Más antes, repito y reitero: tengo que prepararme para ser un BUEN
DIFUNTO en esta y en las futuras reencarnaciones!

