Por Luis Sanches S.
Dice el
Diccionario de la Lengua Española que prócer es una “persona de la primera
distinción o constituida en alta dignidad”.
Prócer
fue, entonces y sin dudas, Juan Pablo Reyes —el primer Gobernador Intendente
del Atlántico General bajo soberanía nicaragüense— aunque su nombre se perdiera
y olvidara en los polvorientos arcones de la historia.
El 10 de
noviembre de 1894 una tropa al mando de los generales liberales Rigoberto
Cabezas y Carlos Alberto Lacayo invadió el territorio de la Mosquitia para
integrarlo administrativa y militarmente a Nicaragua.
De esa
manera se puso fin al Protectorado inglés que imperó en nuestra Costa Atlántica
durante más de doscientos años. En realidad, ya el 12 de febrero de ese año,
1894, había abdicado ante el nuevo gobierno de Nicaragua —que se instauró como
consecuencia de la revolución liberal de julio de 1893— el rey mosco Robert
Henry Clarence, vigésimo y último de los monarcas criollos tutelados por
Inglaterra que se venían sucediendo desde 1670, cuando fue coronado el primero
de ellos, Old Man I.
Pero la
historia de la dominación e influencia británica en la Costa Atlántica de
Nicaragua arrancó el 11 de mayo de 1655, cuando tropas inglesas se apoderaron
de la isla de Jamaica y a partir de allí comenzaron a establecer nexos de
dominación e influencia sobre los territorios y habitantes de la Costa
Atlántica de Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, así como con antiguos
esclavos de origen africano que escaparon de Jamaica hacia Centroamérica, en
busca de la libertad.
Pues
bien, al ser incorporada o anexada la Costa Atlántica al resto del territorio
nacional de Nicaragua, el presidente José Santos Zelaya nombró como
Gobernador-Intendente, con sede en Bluefields, a don Juan Pablo Reyes, un
honesto político liberal quien muy pronto se habría de ganar el reconocimiento
y el cariño de los costeños.
En
efecto, aunque llegó a la Costa Atlántica prácticamente como un interventor —y
así lo miraba y consideraba la población costeña—, y a pesar de que era
originario de Managua, Juan Pablo Reyes ejerció su cargo y desempeñó sus
funciones como un auténtico blufileño, y asumió la representación de este
pueblo con tanta honestidad y ardor, que se enfrentó por él al general Zelaya,
quien lo destituyó al no poder mangonearlo, al extremo de expulsarlo del país.
Juan
Pablo Reyes hizo construir el primer hospital, el primer cementerio y el primer
parque públicos de Bluefields. Además, mandó a erigir faros en El Bluff y Corn
Island, y construyó el ahora muy prestigiado Instituto Cristóbal Colón, que ha
competido con los mejores de Managua y de otros departamentos de Nicaragua como
centro excelente de enseñanza secundaria. Y aunque Reyes era una persona
vanidosa, que a casi todas las obras que se hicieron bajo su administración
hizo que les pusieran su nombre o apellido, lo más importante es que todo lo
que construyó fue de gran beneficio social, y con su don de gente se mereció el
respeto y admiración de los costeños.
Juan
Pablo Reyes se encariñó tanto con la Costa Atlántica, que al caer la dictadura
de Zelaya el 21 de diciembre de 1909, y pudo entonces regresar a Nicaragua, no
se radicó en su Managua natal sino que se fue a vivir a su amada Bluefields,
donde murió y fue enterrado en el mismo cementerio que él hizo construir, en el
que yacen sus restos hasta ahora.
4 comentários:
Soy el tataranieto del generar y yevo su mismo nombre y estoy orguyoso de llevarlo
No se sabe en qué parte del cementerio Juan Pablo Reyes de bluefields donde queda su tumba?????
se fue para panama hullendo por que general zelaya mando a matar
Me las doy de que sé algo de historia y no sabía de el general Reyes. Un librobque estoy hojeando habla de la ayuda que hombres de negocios y soldsdos de fortuna le dieron a Reyes. Trataré de indagar más. No hay duda que necesitaba ayuda económica para cualquier emprendimiento. Agradezco al sr. Luis Sanchez S. por su aporte.
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